1. La informática no es fácil.
Aun usando los sistemas más sencillos del mundo, un ordenador es una máquina extremadamente compleja y que consta de decenas de elementos diferentes. Para poder usar un ordenador, necesitará saber qué es un disco duro, deberá aprenderse algunas abstracciones comunes, relacionar dibujos y símbolos con acciones o programas y también necesitará adquirir algo de vocabulario.
Sin embargo, aprender a usar un ordenador con cierta soltura es una gran inversión de la que no se arrepentirá.
2. Internet no es más que un sistema de interconexión e intercambio de información.
Internet no hace que la gente se suicide ni se vuelva pedófila. Esto es tan estúpido como pensar que los culpables de las muertes por arma blanca son los propios cuchillos, en lugar de la gente que los empuña.
Gracias a la rapidez de las comunicaciones mediante internet, uno puede acceder a casi toda la información existente en la tierra sin salir de su propia casa. Esa información está allí porque una persona la puso en ese lugar. «Internet» no es más que el cable que une a dos humanos.
3. Los «hackers» no son terroristas informáticos.
Esto no es más que un error lingüístico. Un «hacker» es el adjetivo que se usaba en los años 70 para aquellos entusiastas de los primeros sistemas informáticos que se dedicaban a analizarlos y mejorarlos. Alguien empezó a usar esta palabra con un significado diferente, que desgraciadamente es el más extendido hoy día
Para ello se creó una palabra: «cracker», referida a aquellas personas que usan internet con fines delictivos.
4. En España, es legal descargar música de Internet.
En nuestro país, a raíz de la popularización de las grabadoras de cassettes, se introdujo en la ley algo llamado «derecho a copia privada», que establecía, más o menos, que usted podía copiar los cassettes de sus amigos mientras no los vendiera ni sacara dinero de ello. Con internet, esto no es ninguna diferencia. Usted sigue copiándose los cassettes de sus amigos, con la salvedad que no se los entregan en mano, sino virtualmente a través de la red
Yo definiría «piratería» como el acto de robar dinero a través de un impuesto que va a parar a una sociedad privada, que se cobra reiteradas veces por el mismo concepto y que presupone que todos somos delincuentes a menos que se demuestre lo contrario.